De los Hombros Anchos a las Minifaldas Plisadas: Las Tendencias Más Punteras de Paris Fashion Week

La firma Louis Vuitton se llevó una de las ovaciones de la semana, con un público en pie aplaudiendo al diseñador francés, Nicolas Ghesquière, que acaba de cumplir diez años al frente de la marca. El desfile tuvo lugar en el 103 de la Avenida de los Campos Elíseos, en plena renovación, donde la ‘maison’ francesa ultima los detalles de uno de sus futuros proyectos. Vuitton decoró la sala con velas de globos aerostáticos, en un llamativo naranja, y apostó por los tejidos muy ligeros, con faldas de vuelo y camisas vaporosas. Una tendencia en contraste con la silueta de marcadas hombreras que llevó a la pasarela, un tanto ochentera. Por primera vez, la marca introdujo en pasarela su último objeto de deseo de su nueva línea de relojería, el reloj ‘Tambour’, un automático con pulsera dorada y de esfera ancha y redonda.

Fashion Week Paris – Louis Vuitton SS24

La vanguardia de la semana vino sin embargo de la mano de firmas como Loewe o Schiaparelli que apostaron por siluetas más imaginativas. Loewe, la marca española más internacional, propuso una revisión de la ropa del día a día, con pantalones vaqueros de talle súper alto combinado con capas de punto grueso que recubren todo el cuerpo. Los pantalones se llevarán -según Loewe- altos en la cintura y muy amplios en la pierna.

Fashion Week París – Loewe SS24

En Schiaparelli, se consolida la presencia de la firma “Couture” del surrealismo más famosa de los años 30, que ahora ha encontrado un nuevo y devoto público en pasarela de la mano del diseñador estadounidense Daniel Roseberry. Él se ha lanzado con el prêt-à-porter de costura, o “prêt-à-couture”, como dicen los entendidos, que viene a hablar de una producción más amplia y despersonalizada que la Alta Costura, pero con los códigos del lujo y la exquisitez que marca la Couture francesa. En esta pasarela, en la que vimos a modelos como Kendall Jenner y, entre el público, a súper estrellas como Rosalía, la firma apostó por chaquetas tipo bolero bordadas en oro, tops de punto con efecto escultura, trajes de chaqueta en tonos pastel y, para rematar, botines tipo All Star, con puntera dorada.

Otra tendencia que apunta maneras para el verano 2024 son los vestidos drapeados, que vimos en Loewe, pero también en Acne Studios. En un escenario blanco y futurista, con ese puntillo motero que conforma la identidad de la marca, Acne apostó por faldas plisadas, casi como si fueran jirones y vestidos de seda drapeados en colores vibrantes: verde, azul y rojo, en un arriesgado corte simétrico que deja toda la barriga al aire. 

Si con la pandemia de covid las firmas se apresuraron a hablar de la necesidad de cambiar el modelo de la industria con su acelerada agenda de desfiles que proponen varias colecciones impulsando un consumismo feroz, los primeros años pos-covid nos muestran que aquel sueño de sostenibilidad ha quedado en nada.

Fashion Week Paris – Chloé S24

En esta semana de la moda, la uruguaya Gabriela Hearst se despedía de Chloé tras tres años como diseñadora en los que ha buscado por todos los medios suministrar sus colecciones de tejidos más ecológicos y formas de producción más justas. Su última propuesta para Chloé, para la primavera-verano 2024, fue luminosa, con un contraste de blancos y negros en minivestidos, abrigos con mangas voluminosas, trajes con volante y faldas de vuelo. Nos quedamos con el recuerdo alegre de Hearst, que salió a despedirse bailando samba sobre la pasarela.

También fue el último desfile de Sarah Burton para Alexander McQueen. Quien fuera mano derecha del célebre diseñador británico, que falleció de forma trágica en 2010 en el momento cumbre de su carrera, se va de la firma marcando el fin de una época. El grupo Kering, al que pertenece la marca, ya ha anunciado que el sustituto de Burton será el joven Seán McGirr.

No podemos cerrar esta crónica de los mejores momentos de la Paris Fashion Week sin mencionar a Balenciaga, cuyo desfile tuvo por protagonistas a algunas de las profesoras y mentoras del director creativo de la marca, Demna Gvasalia, y sus principales fuentes de inspiración: la española Miren Arzalluz, directora del museo de la moda de París y la mayor especialista de Cristóbal Balenciaga; también desfiló para él la crítica de moda Cathy Horyn y… ¡su madre! Amanda Lepore, que abrió una pasarela cargada de siluetas exageradas, con chaquetas súper estructuradas de hombros anchísimos y vestidos y abrigos tipo campana que ocultan las formas naturales del cuerpo. Ahora sólo queda por ver, cuáles de estas tendencias serán las ganadoras del próximo verano 2024.