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La Maison Russe el corazón de una sublime mansión privada

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Hoy comparto con todos vosotros, un nuevo descubrimiento en París, que en París tenemos una gran oferta de lugares como en cualquier capital de Europa, eso es verdad, pero descubrirlos e identificarlos para nuestros lectores, es un trabajo que hacemos con cariño y pasión, y es cuando el lugar nos toca realmente que os hablamos de ello.

Pues bien, a finales de 2021, se reúnen de una parte, Dominique Romano, presidente fundador de la empresa de inversiones Guibor, a quien la revista Entreprendre, lo publicó en su portada bajo el título “Il Investit Sur de Projets Fous”y  por la otra parte Laurent Gourcuff, Fundador de París Society, y deciden crear La Maison Russe.

La Maison Russe, una locura dulce, caprichosa y festiva que se revela en el corazón de una sublime mansión privada.

Un lugar sin duda, no deja indiferente a nadie, siguiendo la línea de los locales del Grupo Paris Society , es un lugar con encanto, con una decoración au Top, y una carta que acompaña la decoración el ambiente del lugar.

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

La sensación de vuelta al cole cuando el alma eslava se encuentra con el espíritu parisino. Este lugar tiene un poco de cada uno de los creadores, por Dominique Romano, ese lado antiguo y lleno de memoria, con los toques de excepción por eso eligieron instalarse en el corazón de un lugar a la vez parisino y universal, en el antiguo hotel de Alfred Nobel.

Descubrimos la Maison Russe, con esa frase de cuento que dice “erase una vez…”

Y eso quiero referirme, esta dirección, podría bien empezar, como erase una vez, porque es un lugar de cuento glamouroso en París, ¿quién no ha querido nunca pertenecer a uno de eso cuentos que nos contaban de pequeños?, pues ahora puede crear tu propio cuento de mayor, junto a tus familiares y amigos en una dirección que te lo prepara todo para que vivas tu propia historia.

Tal vez tu corazón lata un poco más rápido, seguramente tu mirada comenzará a zozobrar.

Este lugar a estado creado de un sueño, un sueño eslavo, un sueño ruso, que a finales del 2021, despertó y se hizo realidad.

De esa Rusia exuberante, festiva, resplandeciente, a medio camino entre la fantasía y la realidad. Una Rusia en París, la ciudad del mundo de la luz, el espectáculo y qué, mejor que ninguna comparte el gusto por lo soberbio.

Instalada en una mansión privada, convertida en hotel y ahora en la Maison Russe, podríamos verla como las famosas muñecas rusas, donde vamos sacando una del interior de la otra, pues bien, aquí.

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

La discreción de sus pisos, al final de las habitaciones, de las salas de estar, en la emoción de la decoración, tienes tu mesa, un bar, una tienda de comestibles, y mas cosas que dejaremos que tu descubras en tu visita. Sin duda esta mansión privada, convertida en un lugar para disfrutar, compartir y saborear, es una dirección que no puedes dejar de visitar si estás en la ciudad.

Si tienes talento, audacia, espíritu libre e idea amplias, esta puede ser una tus direcciones habituales.

París, Rusia, Rusia, París e implantada en su distrito sin inocencia. Al parecer, he leído que en los años 20 del siglo pasado, la aristocracia rusa se instaló allí, de repente lejos de su Imperio pero angustiada por vivir París como una loca esperanza. Así que aquí un siglo XVI chic, discreto, asumido, un siglo XVI entre Hugo y Trocadéro con sus calles tan largas como las piernas de las mujeres elegantes y en el 59 de la avenida Raymond Poincaré, una joya de fachada que renace al mismo tiempo.

Sabemos que en París el encanto está detrás de la fachada. La Maison Russe tiene una vertiginosa, a la altura de estos llamados hoteles especiales. Suelo, alcoba, jardín, pasillos y habitaciones, habitaciones, habitaciones que, como en los cuentos, parecen no dejar de trepar. Si las paredes pudieran hablar, compartirán sus recuerdos y ya, veinticinco años antes, Joël Robuchon tenía aquí su mesa. Fue anteayer pero hoy, nuevos 20, le toca a La Maison Russe levantar el telón.

Hay escenarios que atravesamos, hay otros en los que entramos.

En la Maison Russe entras en él como entras en una danza o en un sueño. En algún lugar del otro lado del espejo y, de ese lado, te revela, inevitablemente ruso, asumiendo lo espectacular, bailando en lo grandioso, en lo insospechado, su amplitud, su generosidad con esa escalinata que uno quisiera. Creo que había surgido de un improbable Bolshoi.

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

Siguiéndola, los pisos que olvidamos contar, los techos que imponen su altura, las habitaciones con los nombres de pila de los herederos rusos que se suceden sin parecerse, los juegos de alcobas, un jardín a modo de quiosco, otros bien- Secretos guardados, la trama de un ascensor privado y, sobre todo, el talento de Laleh Amir Asse, la decoradora del lugar sin duda una artista. Sin ella, no sería más que una fría y muda belleza siberiana. Con ella, arquitecta inspirada, instalo lo extravagante, le dio una dimensión onírica, para mi personalmente es un lugar fascinante, donde volveré cada vez que pueda.

Cuando un hombre o una mujer, deciden ser felices, nada ni nadie puede detenerlo.

Abre la casa como uno se abre a los placeres. Inmediatamente disponible, a su derecha inmediatamente después de la entrada, bienvenido a la boutique, tienda de comestibles muy ordenada, servicio de catering de alta costura.

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

Un buen número de vitrinas y mostradores, mármoles atemporales y luces tenues para instalar mejor la comida en la opulencia. De esos que te hacen sonreír, abren el apetito, disfrutan de la musiquita de las ceremonias, de los gestos precisos, de los paquetes preciosos.

De los que, exigentes, selectivos, se deleitan a la manera eslava.

De los que especialmente ven la Navidad durante todo el año, marean de la lista: caviar, salmón, cangrejo real, pescado ahumado, té, vodka, el resto y más allá, pijamas de seda, zapatillas, vajilla, ropa de cama y menaje. Un lugar inimaginable, una verdadera boutique.

A la mesa ahora ya que la gran escalera te invita. Un restaurante que volviera a conectar con la ornamentación, la disposición de las mesas, el sentido del detalle, la orfebrería meticulosa, las curvas del servicio de blinis, los reflejos plateados de una simple huevera, los bellos gestos del servicio.

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

Un ámbito donde la carta y la cocina de Rusia encuentran las comodidades y el confort de sus clásicos, las partículas de comida de sus caviares servidas en el hueco de la cuchara, en el fluir del huevo cocido, sobre el lomo del bacalao, la remolacha en el corazón del salmón, el regreso del famoso coulibiac, una pequeña obra maestra de salmón envuelto en hojaldre y mantequilla blanca, pavlovas borrachas con frutas, chocolate, caramelo, chouquettes de vainilla servidas con una tira…

Un ámbito donde la carta y la cocina de Rusia encuentran las comodidades y el confort de sus clásicos

La Maison Russe - Paris ©RomainRicard

Salmón – La Maison Russe – Paris ©RomainRicard

París, una ciudad de moda, Rusia, no está pasando por los mejores momentos de su historia, pero nadie tenemos la culpa de las decisiones políticas en el mundo, venga de donde vengas, La Maison Russe, es un lugar convivial y de compartir, de personas que a pesar de las sorpresas de la vida, quieren seguir disfrutando de eso que te gusta, así que si, quieres descubrir o recordar esos sabores rusos que echas de menos, La Maison Russe es tu lugar.

De pronto aquí está ella con su alma errante, bohemia, alejada del folklore, llevada por las tonadas de la época, cruzando caminos de otras maneras, agradable tanto para entretener como para jugar, y compartir, huevas de salmón, crema de limón, tortilla de centolla, bogavante bretón azul, casarecce, lomo de bacalao, espárragos trigueros, caviar de Sologne imperial.

Y podría seguir detallando su carta, pero no paro de babear y esto no me ayuda a escribir, así que os invito a visitarlo.

París es una ciudad Cosmopolita, podemos encontrar todas las cocinas del mundo y hoy os he hecho descubrir una nueva dirección.

 

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