El Château Trompette – Arquitectura y Poder

¿Sabías que esta antigua fortaleza, conserva sus vestigios aún bajo la actual plaza des Quinconces y que su gran dimensión abarcaba hasta el actual Grand Tréâtre?

Un resumen de la historia que te permitirá descubrir Burdeos.

El misterioso y hoy desaparecido “Chateau Trompette”, supuso para Burdeos el más claro referente del poder regio en la ciudad. Un gran complejo defensivo, que conserva sus cimientos bajo la enorme explanada de Quinconces y que significó durante siglos el control y la defensa de la capital de Aquitania.

© Archives Bordeaux Métropole, Bordeaux 16 Fi 87 « plan du château Tompette en 1738 »

En 1453, finalizada la durísima Guerra de los Cien Años y con la toma de la ciudad, el rey de Francia, Carlos construcción de VII, una ordenó la serie de defensas para implantar el control real. De este modo Burdeos vería creer rápidamente, un gran bastión en la zona norte, junto al puerto.
Por la resistencia y el apoyo a los ingleses que habían dado los ciudadanos, se ordenará que la nueva construcción fuera pagada en su totalidad por los propios habitantes, asegurándose de este modo el rey a fidelidad de sus nuevos súbditos. El pueblo de Burdeos, siempre verá a la fortaleza como símbolo de poder y de las restricciones de las libertades comunales conseguidas durante el fin de la guerra.
Por ello, no fueron pocos los intentos de ocupación, como ocurriría en 1548, durante el levantamiento por el aumento del impuesto a la sal, o la revuelta de 1562, capitaneada por Symphorien de Durfort, Señor de Duras y de Rauzan, en el contexto de las Guerras de Religión, ambas acabando en fracaso.
Finalmente, en 1649, nuevamente la ciudad de Burdeos, asfixiada por los impuestos, pero esta vez con el apoyo del Parlamento y del clero, decidieron levantarse en armas contra el poder real, y
enfocando los cañones desde las azoteas y el campanario de la iglesia de los Jacobinos, el castillo es asediado y finalmente capturado.

Destruido en 1650, el Cardenal Mazarino, Primer Ministro de la reina regente de Francia, la española Ana de Austria, ordenó su reconstrucción ante posibles amenazas militares de España e  Inglaterra.

El nuevo complejo militar, duplicó su dimensión, demoliendo para ello el convento Jacobino, los edificios cercanos y las famosas ruinas romanas, Piliers de Tutelle. La fortaleza fue modernizada con
sistemas defensivos y proyectada con un rico programa decorativo a la gloria de le Roi Soleil, Luis XIV, cuyo busto, conservado en el Museo de Aquitania, presidió la monumental Puerta Real.
Debido al lento avance de las obras, tras más de una década desde sus inicios, una vez concluida, la fortaleza presentó una desactualización frente a otras más modernas. Articulado en un edificio
rectangular, protegido por seis bastiones, un imponente foso y rodeado de enormes glacis, la defensa, situada estratégicamente en la entrada del puerto, fue testigo del enorme desarrollo comercial que vivió Burdeos y del continuo tráfico internacional que, desde los confines del mundo cruzando los océanos, llegada a la ciudad.

Antoine François Callet – Louis XVI Rey de Francia y de Navarra (1754-1793) Pintado con sus ropas reales en 1779 – Google Art Projet

Tras un periodo de paz social y ante la necesidad de zonas de extensión para la construcción de los nuevos barrios burgueses, en el año 1786, el rey Luis XVI, casado con María Antonieta, valorará y procederá a la venta de toda la construcción militar. Con los acontecimientos de la Revolución y los cambios políticos que se venían desarrollando tras la llegada de Napoleón Bonaparte, la demolición se retrasó y no fue finalmente efectiva hasta el año 1818, bajo el reinado de Luis XVIII, hermano del guillotinado Luis XVI, que había restaurado el poder monárquico tras el exilio del emperador Bonaparte en la isla mediterránea de Elba.
Con esto, la ciudad vería desaparecer la gran fortificación que durante siglos se alzó sobre los tejados y los campanarios de la elegante urbe, que llegaría a convertirse en el puerto internacional más importante de Francia; y sobre sus ruinas, edificada la nueva gran plaza pública de la ciudad, en 1900 se levantaría la majestuosa columna de los girondinos, símbolo de la libertad para los ciudadanos de Burdeos.

Articulo realizado por Juan Reyero
HISTORIADOR
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