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El Chef Mathieu Martin Revalida Su Estrella 1* En La Mesa Del Saint James
Mathieu Martin, un joven chef que progreso en distintas cocinas, antes de llegar al Saint James, un restaurante y hotel en Bouliac. Un lugar de ensueño y que le permitió, conseguir su primera estrella después de su mentor, Nicolás Magie, quien, tras empezar una nueva aventura, dejo los fogones en buenas manos con Mathieu Martin.
Durante nuestro live en Instagram, Mathieu Martin, nos cuenta sobre su cocina, sobre su trayectoria y nos da más detalles de su menú así, como los productos que utiliza, principalmente productos de su propia huerto.
Si te gusta la gastronomía y descubrir las personas que están detrás, Mathieu Martin es un chef, que como siempre, me ha gustado escucharlo y ver cómo siente su profesión desde el centro de su corazón.
Y si quieres que hablemos también del lugar, pues es un lugar idílico, un lugar que, si duda, será toda una experiencia, en el desayuno, en la comida o en la cena.
Apodado el «balcón de Burdeos», debido a su vista panorámica, Bouliac ha atraído durante mucho tiempo a gourmets y amantes de la buena vida. Ya después de la guerra, la gente venía a este pueblo enclavado sobre Burdeos para almorzar, bailar, compartir, divertirse. Desde 1989, una de las más hermosas casas de campo del siglo XVIII en Bouliac se ha transformado en hotel y restaurante. Una dirección elegante y confidencial llamada Saint-James, que lleva el nombre de la famosa calle del centro histórico de Burdeos y que nos lleva hacia la Gran Cloche.
Una mesa con estrellas durante años y años, la Guía Michelin ha renovado su confianza en ellos, otorgándoles de nuevo, 1* Estrella Michelin, un año más la estrella se queda en casa.
Antiguo restaurante, la masía del siglo XVIII que ahora alberga el Saint-James fue transformada y ampliada en 1989 por Jean Nouvel. Luego, el arquitecto imaginó cuatro pabellones, conectados con el edificio original, para crear las habitaciones del hotel. Pabellones que este nativo de Lot-et-Garonne quería inspirarse en las secadoras de tabaco de antaño. El arquitecto incluso tuvo cuidado de preservar su apariencia oxidada, desgastada y astillada, para no distorsionar nada.
Su otra opcion, abrir la masía y los pabellones a la naturaleza circundante. Para invitar a almorzar, cenar, dormir, acostarse, relajarse en medio de los viñedos. Un logro tan atípico como estético, catalogado ahora como patrimonio del siglo XX por el Ministerio de Cultura.
Además como podemos descubrir durante la entrevista en estas instalaciones, también puedes descubrir la escuela del Saint James.
Sin duda un lugar donde relajarse y disfrutar de la buena comida, si queréis tener más información sobre su cocina os invito a ver el directo de Instagram.
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