Turismo
Burdeos tiene mucho que contar y en todos sus barrios no solo su centro histórico.
Hoy te vamos a mostrar que vale a pena salirse del camino trillado para descubrir nuevos rincones. Primera exploración fuera del casco histórico : Bacalan.
El Barrio se está volviendo cada vez más famoso desde la apertura de la Cité du vin y la llegada del concepto de las Halles de Bacalan. Pero la historia del barrio no se hizo ahora sino mucho antes y es lo que te vamos a contar hoy!
El nacimiento de Bacalan
Tenemos que volver a los principios del siglo XIX. El barrio del cual hablamos hoy se despegó justo después de 1821 cuya fecha corresponde a la construcción del puente de piedra. Con eso se trasladaron muchas actividades navales para esta zona periférica. Imagínate el río Garona lleno de barcos de mercancías, una gran necesidad de almacenes y talleres de material para el ferrocarril y aeronáutica. Por esas necesidades nuevas se desarrolló Bacalan. La zona vio crecer barracas de almacenamiento, zonas donde alojarse hasta llegar a su apogeo a principios del siglo XX con el desarrollo de la industria que se puso al servicio del ejército francés para el primer conflicto mundial de 1914-1918. En efecto grandes producciones militares salieron de los talleres de Bacalan como el de Dyle Bacalan creado en 1854 conocido por sus aviones DB10 – DB30 – DB70. Después de quedar casi abandonado después de los años 50, se rehabilita el 10% de la superficie total de este fantasma industrial con la asociación Garage Moderne que se puede visitar y hasta comer dentro.
¿Un pasado oscuro imborrable?
Después de un período próspero para la industria aeronáutica de la zona, Francia entró en el conflicto mundial con la ocupación de las tropas alemanas. Mientras ciudades intentan huir del nazismo creciendo, Burdeos y su alcalde Adrien Marquet abrió sus puertas el régimen del Reich. La ocupación empezó aquí con la autorización de la exposición “El pueblo judío y Francia” que duró 6 semanas.
Bacalan Nueva vida para fantasmas del pasado
En la zona de Bacalan se lanzó la construcción masiva de la Base Submarina. Ya era un sitio estratégico ocupado antes por los italianos y sus submarinos. Fue un trabajo colosal que necesitó 600.000 m3 de hormigón y costó muchas vidas humanas. Más de 70 personas fallecieron en las fundaciones del edificio. Algunos eran habitantes de la región pero sobretodo eran extranjeros como los refugiados españoles forzados en trabajar en dicha construcción.
Por eso que hoy en día, al llegar a la “Base sous marine”, podrán encontrar un memorial con la bandera española elevada tardíamente en 2012.
Además de la Base Submarina, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, el Barrio se cubrió de bunkers. Crecieron como champiñones en esta zona periferia y estratégica. Debido a lo materiales de construcción resultó muy difícil quitarles después del conflicto. A diferencia del centro histórico donde fueron enterrados como el 32/3 debajo de la Place des Quinconces, aquí les dejaron a la vista de todos. Se quedaron mucho tiempo abandonados como oscuros fantasmas de la presencia alemana.
Es a partir de 1990 que empezaron proyectos de rehabilitación del barrio. Una manera de convertir esas marcas urbanas militares en algo nuevo lejos de la barbarie a la que era asociada en 39-45. La Base Submarina acogió un conservatorio y abrió sus puertas al público en 1993, en 1996 con la influencia del escultor Jean-François Buisson se creó un estudio de grabación en una de las naves antes del cierre por obras en 1998. Es solo en los años 2000 que se estableció el proyecto cultural que le conoce hoy como lugar de exposiciones temporales contemporáneas.
No se pueden borrar las atrocidades sufridas bajo el régimen de Hitler pero por lo menos se puede intentar seguir adelante reusando lo que no se puede ocultar del barrio. Así nació una nueva Base submarina lejos de cualquier tema relacionado con la guerra. Pronto después nacieron otros proyectos de rehabilitación como la destilería Moon Harbour, el proyecto artístico, musical y colaborativo Les Vivres de l’Art y la Cervecería artesanal PIP apoyado y desarrollado por Jean-François Buisson que propone un programa cultural amplio (festivales, talleres, conciertos, agricultura urbana)
Recientemente, también entró en las mentes la noción de agricultura urbana con el proyecto Clav’o Champignons del geo quimista Tarik Toubal que decidió cultivar un amplio abanico de especies de setas.
Ya que antes de la Segunda Guerra Mundial Bacalan tenía una historia vitivinícola con la propiedad Domaine Claveau residencia de las tropas alemanas destruida por ellos al final del conflicto, había que poner de relieve el vino símbolo fuerte de Burdeos. Es lo que hicieron con la monumental Cité du Vin pero también Laurent y Annica con el proyecto Les Chais du Port de La Lune. Se trata de producir un vino dentro de un antiguo Búnker de la Cité Claveau. Ya tienen sus dos últimas cuvées : un blanco llamado “Octave” y el tinto “Fugue”.
Con todos esos proyectos, los bunkers volvieron a tener una vida nueva lejos de su utilidad original.
Cuando la modernidad de Street Art se invita en Bacalan
Al principio del siglo XX lo moderno era la aparición de la industria. Hoy en día se puede modernizar el barrio de otra manera.
En los años 70 , llegando de Estados Unidos, el mundo internacional del arte vio aparecer lo que llamamos el grafiti una técnica artística que se junta ahora con varios otros modos de expresiones artísticas del Street Art.
Con colores, originalidad, técnica y pasión los artistas vienen a dar un alma moderno al barrio. En efecto las obras de artistas de fuera pero sobretodo artistas locales como LULEPI, A-MO, MOKA, COST vienen interactuar con el patrimonio antiguo del barrio. Que sea en los edificios rehabilitados de las “Vivres de la marine” conjunto arquitectónico que servían en el siglo XVIII de almacenes y de matadero, en los fantasmas de la edad industrial junto a esclusas hacia la Base Submarina o en edificios abandonados a lo largo del Garona donde el arte se mezcla con la naturaleza en una zona cuyo punto de vista hacia el río merece la pena !
Hasta se pueden encontrar esas obras modernas en las etiqueta del vino de Chais du port de la Lune que confiaron la imagen marketing de sus últimos vinos al bordelés A-Mo
Articulo Realizado por: AuroraCL
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